Movimiento por la beca de alimentación llamó a universalización del beneficio
Desde hace 10 años que la Beca de Alimentación en Educación Superior (BAES) no es modificada: impolutos $32 mil que no saben de reajuste ni inflación. La situación resultó, tanto en las primeras marchas convocadas por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), como en un informe de la Universidad Diego Portales que consignó que, siguiendo la línea de los precios de la canasta de alimentos, la beca debería ser de más de $60 mil. Sobre esta situación, el vocero de “Lucha BAES”, Cresente Lizarbe, acotó que las exigencias de los alumnos es que se suba “a $63 mil, que equivale a d UF, que es lo que más o menos nosotros necesitamos”.
Pero el incremento del monto no es lo único que piden, sino también una extensión y expansión del beneficio.
La extensión, según señaló Lizarbe, es porque “hay familias que dependen de la beca de alimentación superior”. En concreto, solicitan que la misma beca pueda usar usada en los meses de enero y febrero.
La expansión, en tanto, apunta “a que se pueda usar en ferias y supermercados locales, que se diversifique y se considere alimentación diferenciada, como gente celiaca o vegetarianos, veganos, porque ellos tienen costos mucho más altos”.
Finalmente, precisaron que la universalidad de la beca es el siguiente objetivo: “Necesitamos que sea para todas las personas que estudian, porque hoy es solo para quienes tienen gratuidad y es injusto. Queremos que se expanda de forma universal”.
