Equipo de especialistas del Hospital Claudio Vicuña realizó inédita cirugía reconstructiva
Un equipo de médicos especialistas del Hospital Claudio Vicuña de San Antonio realizó una inédita cirugía en el establecimiento. Se trata de una rinoplastía reconstructiva y funcional, en la cual se utilizó injerto de cartílago de una costilla para reparar la nariz de una paciente que sufrió un grave accidente de tránsito en febrero de 2018.
Olga Lisboa Acevedo de 54 años, quedó con su nariz prácticamente destrozada, ya que perdió tejido óseo, secuela no sólo física, ya que esta deformación tan severa le impedía respirar con normalidad.
El equipo de especialistas fue integrado por dos otorrinos, los doctores Felipe Ibacache y Daniel Sotomayor y el cirujano de tórax, doctor Fabián González, quien seencargó de extraer el injerto de cartílago desde una costilla de la paciente.
Felipe Ibacache explicó que se realizó una rinoplastía reconstructiva abierta con un injerto complejo “para también devolver la parte funcional. Es la primera cirugía de este tipo que se realiza en el hospital, la cual fue bastante larga, se extendió por cuatro horas y media”.
Según lo relatado por el médico otorrino, en la primera parte de la intervención “el doctor González realizó una incisión a nivel del tórax para retirar una costilla cuidadosamente y así evitar producir un neumotórax, que es la acumulación de aire en la cavidad de la pleura. Una vez obtenido el injerto de cartílago costal, se procedió a hacer la rinoplastía para reemplazar el hueso faltante. Fue bastante laboriosa, porque había que liberar tejido cicatricial- que se forma a medida que la piel sana después de una lesión como la ocasionada por un accidente o cirugía- para así regular la función respiratoria”.
Actualmente, el Hospital Claudio Vicuña realiza rinoplastías postraumáticas, es decir se opera a pacientes con deformación severa al igual que aquellos que presentan una obstrucción grave, ya sea congénita o causada por un accidente.
Nuevos aires
Olga Lisboa Acevedo, la paciente que fue sometida a cirugía reconstructiva ambulatoria, contó que no recuerda muchos detalles del choque que sufrió cuando manejaba desde Litueche hasta San Antonio. “Hasta el día de hoy no tengo idea qué pasó, pero cuando abrieron la puerta del auto reaccioné. Yo iba manejando, andaba sola, había ido al campo a buscar unas verduras”.
Según lo relatado por la usuaria, al comienzo pensó que iba a quedar inválida, por lo cual tenía claro que la reparación de la lesión traumática de su nariz, aunque no era sólo estética, quedaría para el final. “El doctor que me tocó un siete. Habían pasado años y con la pandemia tuve que esperar. Me ahogaba mucho, por ejemplo al barrer y podar mis plantas, ahora respiro mejor. Si comía muy rápido también y además no se me entendía lo que hablaba.Con mascarilla más me costaba respirar, me faltaba el aliento, era una desesperación inmensa. Todo eso cambió”.
Olga relató que cuando el doctor Ibacache le sacó los puntos en su primer control postoperatiorio “fue impresionante, se me llenaron los ojos de lágrimas, no me dejó ninguna marca. El equipo médico excelente. La atención fue igual que en una clínica. Estoy feliz y muy agradecida de ellos, debe ser una operación muy cara y por el hospital me salió gratis, no me cobraron ni un peso.Hoy me sacaron los últimos parches”.