Alza de nueva estafa a través de hackeo de WhatsApp: PDI explica cómo se concreta el delito
Durante las últimas semanas, la Policía de Investigaciones (PDI) ha registrado un alza en la realización de una nueva modalidad de estafa a través de WhatsApp, mediante la cual se han materializado diversos fraudes.
Se trata de una suplantación de la identidad de una persona, mediante el hackeo de su cuenta de WhatsApp, dando a los estafadores el acceso a la agenda de contactos de la primera víctima, para luego proceder a intentar engañar a sus cercanos.
Recientemente, la presidenta del Colegio Médico, Iskia Siches, reveló que una de sus amigas fue víctima del delito, aunque, al menos en su caso, pudo percatarse y evitar el fraude.
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El subcomisario Julio Vargas, de la Brigada Investigadora del Cibercrimen Metropolitana de la PDI,cómo se concreta el delito y las indagatorias que llevan adelante para detenerlo.
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Según el detective, se configuran dos ilícitos. “El primer delito es el hackeo de la cuenta de WhatsApp, quiere decir que terceras personas, en este caso criminales, se hacen de la cuenta de WhatsApp, que es el número en definitiva y lo instalan en otro dispositivo digital”, señaló.
Para concretar el hackeo de la cuenta, los delincuentes solicitan a la víctima que les entregue un código de verificación de WhatsApp, correspondiente a un número de seis dígitos.
“Toman contacto con la persona, que generalmente ha hecho una publicación o está vendiendo algún producto, y luego de manifestar el interés por el producto, le dicen que van a finalizar la compra, pero necesitan este código o para acudir al lugar, para colorcarlo en la aplicación de GPS, o con algún engaño. Una vez que la persona le envía ese código, pueden abrir la aplicación de WhatsApp, ese es el primer delito que es el sabotaje”, explica el subcomisario.
Tras esto, señala que los responsables tendrán “en el otro dispositivo todos los contactos de la persona comienzan a hablar, interactuar con nuevas víctimas. En definitiva, sacan una base de datos para tomar contacto con las personas y les empiezan a solicitar dinero”.
Segundo delito: Estafa
Posteriormente, comienzan a fraguar el nuevo delito: “Una persona va a recibir del otro lado un mensaje de texto de una persona que es conocida, por ejemplo de su mamá, de su hermano, solicitando una cantidad de dinero con algún engaño, le va a decir: ‘tengo un apuro en este momento, me quedé en panne, necesito pagar una grúa'”, señala Vargas.
En consecuencia, y tal como han constatado en las indagatorias, “la víctima va a decir que ningún problema, y como solicitan montos bajos, va a realizar esta transferencia a otra persona que no es la misma que está solicitando. En ese momento se produce el delito de estafa, con la transacción”.
Investicación en curso
En paralelo, el subcomisario Vargas se refirió a si han podido dar con responsables de este tipo de ilícitos, por ejemplo a través de los datos bancarios que entregan para las transferencias.
“Tenemos una investigación en curso al respecto. Tenemos establecido que en el fondo es una organización criminal. Porque quienes reciben los fondos no son quienes están generando en definitiva la estafa, porque ellos solamente son personas que facilitan la cuenta para recibir los fondos, pero quienes están detrás de esto”, manifestó.
“Quien está detrás de esto no es el receptor de los dineros, este último tiene una función dentro de esta estructura que es de receptor de fondos, pero son otras personas las que están organizando los llamados y las capturas de los WhatsApp, y eso es parte de la investigación”, advirtió Vargas.
Phishing por WhatsApp
Paralelamente, el uniformado reveló un alza en otro tipo de estafa durante las últimas semanas, aunque no es nueva. Se trata de phishing por WhatsApp.
“Se están viralizando supuestos concursos que realizan empresas en las cuales entregan premios por alguna campaña en particular, concurren con un enlace, donde se deben adjuntar datos para participar. Es un sitio de phishing, que te va a solicitar datos que son privados, incluso algunos están solicitando datos bancarios”, sostuvo Vargas.
Tras esto, añadió que “esos datos los utilizan para generar otros delitos, que principalmente son compras, o utilización de la tarjeta de crédito, o alimentar bases de datos con las cuales después generan ilícitos, porque ya teniendo un nombre, una dirección, en el fondo esto es alimentar un futuro cuento del tío con esa información”.