Tus remedios no pueden tomar vacaciones: el SSVSA llama a mantener los tratamientos en verano
Las altas temperaturas y el relajo del verano pueden hacer que muchas personas descuiden su salud, lo que representa un riesgo para quienes padecen enfermedades crónicas. Por ello, el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio (SSVSA) hizo un llamado a los pacientes a no interrumpir sus tratamientos médicos, mantener una hidratación adecuada y protegerse del calor para evitar descompensaciones y otras complicaciones.
El Dr. Felipe Adaros, médico del Programa de Salud Cardiovascular del Cesfam Jean y Marie Thierry –dependiente del SSVSA-, advirtió sobre los peligros de suspender la medicación en esta época del año.
“En verano, las altas temperaturas y las olas de calor pueden afectar seriamente nuestra salud, especialmente la cardiovascular. Es fundamental mantenernos hidratados y evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 horas”, señaló.
Además, enfatizó que interrumpir los tratamientos puede tener consecuencias graves. “Tus remedios no pueden tomar vacaciones. Es crucial que continúes con tu rutina de medicación, ya que interrumpirla puede derivar en infartos, accidentes vasculares o problemas relacionados con la diabetes. Un verano saludable implica disfrutar y cuidarnos a nosotros mismos”, agregó.
Las personas con enfermedades crónicas dependen de sus medicamentos para mantener su estado de salud estable. Si interrumpen su tratamiento, pueden sufrir descompensaciones que agraven su condición y aumenten el riesgo de complicaciones. Para evitarlo, es fundamental seguir las indicaciones médicas, mantener una hidratación adecuada y resguardar los medicamentos del calor.
El calor también puede afectar los medicamentos
Durante la temporada estival, las altas temperaturas no solo afectan a las personas, sino también a los medicamentos, cuya efectividad puede verse comprometida si no se almacenan correctamente. La exposición prolongada al calor y la humedad puede alterar su composición química, reduciendo su efectividad y poniendo en riesgo la salud de quienes los utilizan.
Los fármacos que se utilizan para tratar enfermedades crónicas, como diuréticos, antihipertensivos e insulina, son especialmente sensibles al calor. Uno de los errores más frecuentes es almacenar los medicamentos en lugares inadecuados, como la cocina o el baño, donde la humedad y las variaciones de temperatura pueden afectarlos. También es importante evitar dejarlos dentro del auto, ya que el calor en el interior puede elevarse hasta 20 grados más que la temperatura exterior, comprometiendo su estabilidad.
Los medicamentos que requieren refrigeración, como la insulina o ciertos antibióticos, deben mantenerse entre 2 °C y 8 °C. Lo ideal es guardarlos en la bandeja central del refrigerador y no en la puerta, donde la temperatura varía constantemente. En caso de viaje, se recomienda transportarlos en envases térmicos o coolers para mantener su estabilidad.
Para quienes usan pastilleros, es recomendable organizar solo una semana de dosis en estos contenedores y mantener el resto de los fármacos en sus cajas originales, junto con su prospecto, para conservar mejor sus propiedades.
El SSVSA recuerda que un verano saludable no solo implica disfrutar, sino también seguir cuidando la salud y manteniendo los tratamientos médicos al día.
